Una noche de desvelo me puse a mirar la tele y me topé con este singular reality show en E!. La verdad es que es uno de los programas más perturbadores que he visto. Sin embargo, no puedo dejar de mirarlo ¡Maldita sea! En dicho programa le siguen el paso a cirujanos plásticos del área de Beverly Hills y a sus pacientes. A esa clínica van desde pacientes pidiendo lo usual (nariz, tetas y lipo)hasta cambio de sexo pasando por cirugía estética genital. Sí gente eso existe
He visto casos que te ponen los pelos de punta pero iniciaré con este ejemplito. Una chica de 24 años, madre de tres infantes y esposa de un Marine fue para que le levantaran las tetas, le hicieran una abdominoplastía y le borraran las estrías. La joven quería darle la "sorpresa" al maridito cuando regresara de Irak. A simple vista, el gesto puede ser uno muy bienintencionado, pero cuando alguien regresa de la guerra, lo menos que se fija es si tienes más estrías o menos. Claro, al marido no le estuvo nada mal que su mujercita recuperase la figura que tenía antes de que llegara la maternidad. Lo otro es que a la chica se le pasó el hecho de que no podría cuidar a sus hijos (el mayor no pasaba de 6 años) del todo porque cuando te operas las tetas, no puedes levantar los brazos, HELLOOO!!! Para colmo, no sé si era cierto pero ella se operó el mismo día que el marido estaba en el operativo de Fallujah. Imagínense si los chiquillos se hubiesen quedado huérfanos de padre y madre. De padre, por el operativo y de madre por las complicaciones de la liposución. Algo que no se dice mucho, es que la liposucción es un procedimiento sumamente arriesgado con complicaciones como el paro renal. La comediante Cathy Griffith contó como sólo podía mear con un catéter después de hacerse una.
A lo que quiero llegar es que si usted tiene el tiempo y el dinero haga con su cuerpo lo que venga en gana, siempre cuando no se afecten las personas en su entorno. Si quieres borrarte las estrías, fine. Pero al menos espera que tus hijos estén menos dependientes de ti.
Otro casito de lo más bizarro fue el de una madre e hija mexicoamericanas que se hicieron las tetas juntas. Al principio ambas acordaron no hacercelas muy grandes pero cuando estaban a solas con el doctor, pedían un tamaño mayor del implante. El cirujano, llamado Dr. Rey bromeaba notando la competencia entre madre e hija. Hubiese sido interesante haber observado más a fondo esa relación.
Lo espantoso del show es que muestra de forma descarnada que la cirugía plástica es ante todo CIRUGIA, y la cirugía es en esencia una violencia que se le hace al cuerpo; aun en el caso que se requiera para salvar la vida como una apendectomía o una operación de corazón abierto. Cuando operaron a mi padre hace cinco años del corazón, él sabía muy bien que era operarse o morir de un infarto. Aún así estuvo meses sin dormir y yendo a terapia. Es que la violencia que se vive en ese cuerpo operado puede ser sumamente traumática. Lo espantoso de la cirugía plástica es que es una violencia a la que se consiente para un fin estético ya sea para asegurar el afecto de un otro, o lograr entrar al mundo del espectáculo para cumplir con un Ideal claramente occidental de belleza.(rasgos perfilados, labios carnosos, tetas grandes, pero abdomen y nalgas planos) Las mujeres no son las únicas. Cada vez más hombres visitan el cirujano para esculpirse.
Trasladando esto al Puerto Rico que espera en vilo la final de Miss Universo, se nota una cultura obsecada por la apariencia, en la cual las actrices y modelos que NO se han operado se pueden contar con los dedos de una mano. Las reinas de belleza tampoco escapan ese destino, aunque parece que Zuleyka sí se pudo escapar.
Pensándolo bien lo que verdaderamente me irritó del show es la actitud permeante de la felicidad inmediata que se obtiene al obtener la "apariencia perfecta". Como si todo el malestar y tristeza de esa mujer de 24 años se borrara al tener la figura que tenía en esos momentos más felices. Imagino que detrás de la pretensión de tener un rostro más joven, está la de vivir los años de juventud con la madurez adquirida por las experiencias. La batalla contra el tiempo es una que siempre se pierde, como dice sabiamente Gaspar Noel al principio de "Irreversible":
Les temps destruit tout (El tiempo lo destruye todo)
imagen:Incisiontech