Inconscientes: por amor a Freud

Cuando regresé a Puerto Rico, una de mis primeras paradas fue el Video Place, el mejor videoclub de Puerto Rico sin discusión. Tan pronto llegué, Miguel y Carmen me recibieron con cariño, felices de verme de vuelta. Así mismo, Miguel me presenta está película: "Llévatela, te va a gustar." Poca gente sabe de cine más que ellos y pocos dueños de negocios se preocupan tanto por conocer los gustos de sus clientes. Como siempre, Miguel dio en el clavo. Poco después no dudé en comprar la copia VHS ya que tenían la copia DVD. Hace poco mis amigas y yo reanudamos un "movie club" para intercambiar películas. Como me tocaba a mí, ofrecí esta cinta, la cual fue un éxito unánime.

"Inconscientes" es una comedia de enredos protagonizada por Leonor Watling (Alma) y Luis Tosar (Salvador) ambientada en 1913, cuando el psicoanálisis estaba dándose a conocer en el mundo. Alma es hija de un prominente neurocirujano y esposa de León; un psiquiatra. Ella y su esposo leen y admiran a Sigmund Freud. Sin embargo, un día León, la abandona sin explicaciones y a punto de dar a luz. Alma no se queda cruzada de brazos y le pide ayuda a su cuñado Salvador. Salvador no puede negarse ya que está enamorado de Alma aunque está casado con su hermana. Esta verdad se destapa a partir de varios equívocos muy cómicos. Todo esto ocurre con la visita de Freud a Barcelona como trasfondo.

La película tiene muchos aciertos empezando por las actuaciones de sus protagonistas. Leonor Watling continúa lo que dejó con el personaje de "Elvira" de "A mi madre le gustan las mujeres". Mientras que Luis Tosar es una agradable sorpresa, al dejar a un lado los personajes serios como "Los lunes al sol" para hacerse y dejarse querer en un personaje cómico. Redondean el elenco Mercedes Samprieto y Juanjo Puigcorbé, éste último estupendo como el cínico médico que canta todas sus verdades cuando sabe que está a punto de morir.

Otro acierto de la película es el magnífico libreto escrito con agilidad y respaldado por extensa investigación histórica de los textos de Sigmund Freud. El texto resulta en un homenaje/parodia muy sincero de las ideas más conocidas del discurso psicoanalítico (id, yo, síntoma histérico y el edipo). El director Joaquín Oristell complementa dicho libreto con una ambientación muy cuidada en cuanto a la escenografía, los vestuarios y el uso de los colores. Se valió de las pinturas de color dorado de Gustav Klimt como trasfondo visual y contexto histórico del pintor en boga influenciado también por los escritos de Freud.

Les aseguro que la disfrutarán mucho amen u odien a Freud