Los méritos de Emérito
Hoy se conmemora el tercer aniversario de un buen amigo, Emérito Rivera bibliotecario de la Escuela de Administración Pública y graduado de la Escuela de Comunicación Pública de la UPR. No es porque sea mi amigo pero era uno de los mejores empleados que ha tenido esta Universidad, además de ser otro de mis maestros de la vida bohemia. Hoy le escribí esta cartita que voy a leerle esta noche. Aunque la escribo para paliar mi dolor, espero que en alguna esquina del universo, él la escuche y la reciba.
Querido Emerito:
Han pasado mas de mil días sin tu presencia. Aunque el mundo sigue andando como dice el tango, no me resigno a caminarlo sin ti. El país está cada vez más absurdo y cada vez más extraño tus comentarios atinadamente cínicos sobre éste. Extraño hasta las veces que discrepábamos porque aprendí que la discrepancia no era sinónimo de enemistad sino el mejor pegamento para los lazos de afecto. Me cansé de esperar y al fin compré el libro de Quiroga que tanto me prometiste. Por lo menos así no te quejarás de que no te lo haya devuelto. Ahora comprendo porque lo admirabas tanto y lo impecable de su escritura. Los personajes de Quiroga son hombres curtidos por la naturaleza, pero a su vez llenos de una inmensa ternura. Así eras, muy curtido por la vida pero muy noble y bondadoso. ¿Te acuerdas de todos los vellones que te pegué por macharrán? Era porque sabía que en el fondo eras muy sensible. Gracias por siempre sonreír aunque estuvieses triste, gracias por siempre asegurarte que las Medallas estuviesen frías y gracias por permitirme ser tu amiga hasta el último día.
un abrazo fuera de este mundo,
Querido Emerito:
Han pasado mas de mil días sin tu presencia. Aunque el mundo sigue andando como dice el tango, no me resigno a caminarlo sin ti. El país está cada vez más absurdo y cada vez más extraño tus comentarios atinadamente cínicos sobre éste. Extraño hasta las veces que discrepábamos porque aprendí que la discrepancia no era sinónimo de enemistad sino el mejor pegamento para los lazos de afecto. Me cansé de esperar y al fin compré el libro de Quiroga que tanto me prometiste. Por lo menos así no te quejarás de que no te lo haya devuelto. Ahora comprendo porque lo admirabas tanto y lo impecable de su escritura. Los personajes de Quiroga son hombres curtidos por la naturaleza, pero a su vez llenos de una inmensa ternura. Así eras, muy curtido por la vida pero muy noble y bondadoso. ¿Te acuerdas de todos los vellones que te pegué por macharrán? Era porque sabía que en el fondo eras muy sensible. Gracias por siempre sonreír aunque estuvieses triste, gracias por siempre asegurarte que las Medallas estuviesen frías y gracias por permitirme ser tu amiga hasta el último día.
un abrazo fuera de este mundo,
1 Comments:
Que bueno que por tu
amigo hayas conocido
la obra del escritor
uruguayo Horacio Quiroga.
Coincido como tú en la
observación que haces
de la ternura que
acompaña la caracterización
de sus personajes,
y que están
curtidos de ese inmenso
ambiente natural que
fue el entorno del
propio autor.
Cuentos
como "El desierto",
"El hijo" o "La patria"
son buenos ejemplos de lo
anterior.
Lamentablemente hay
muchos lectores
que no profundizan
en la diversa obra de
Quiroga, y sólo se
deslumbran por
las piezas en
las que trabaja
el suspenso y el
terror ("La gallina
degollada" y otros
de sus Cuentos de
amor, de locura y
de muerte); los que
hizo bajo el influjo
de Poe.
Sobre tu carta
a tu amigo, pienso,
que al menos,
dedicarle unos
segundos es una
manera de honrarlo.
Hay una poesía
de Jesús Tomé
que sale en
Las 130 mejores
poesías (Ed. Visor)
que la recomiendo
cuando se reflexiona
sobre estos temas
que tocas aquí.
Mis respetos.
Carlos Esteban Cana
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