Crash

Al acabarse la celebración de la victoria de Cotto regreso a San Juan por la #2. Cuando estoy a punto de tomar el expreso, me encuentro esta station wagon blanca atravesada en el camino. Acababa de chocar con la valla, tenía las gomas y el tren delantero reventado. Como no podía pasar, no me queda de otra que bajarme a ver qué pasaba. Otro conductor que iba en sentido contrario también se detuvo. Resulta que él sí vio el choque. Mientras él trata de dirigir el tráfico, llamo al 911. Una operadora me atiende muy amable. Sin embargo, pasa mi solicitud de una grúa por otros tres operadores que me hacen las mismas preguntas una y otra vez:"¿Dónde es que es? ¿En San Patricio?". "No es en la #2 en la altura de San Patricio" contesto una y otra vez cada vez más frustrada. A la verdad, que la incompetencia es cada vez más y más desconcertante. Me preguntan con insistencia: "¿Hay, heridos?" como queriendo decir que si no hay un cuerpo, no van a perder el tiempo. Busco en el auto a ver si hay sangre, cuando me asomo sólo veo las bolsas de aire reventadas. Al fin diviso un joven con pinta de niño bien, caminando desorientado. El chico no tenía ni un rasguño. Trato de calmarlo y le paso el 911 a ver si de una maldita vez se dignan a hacer algo. Cuando le hacen las mismas preguntas, me pasa el teléfono porque su cabeza no estaba en su sitio. Al fin se comprometen a mandar una patrulla con grúa. Hablo con el joven, le sugiero que visite al médico aunque no tiene herida visible y le paso mi número. Mientras tanto, los otros conductores empiezan a tocar bocina, acompañada de los característicos improperios: "MUEVE EL JODIO CARRO!!!!! BEEP BEEP"
Para colmo, cuando el chamaco al fin se calma llega la novia, una típica Guaynabicha, a pelearle por lo que le había hecho al carro. Yo arranqué en fa porque lo menos que quería era que me cayera a bofetás por la actitud que tenía. Gracias, Rowina por ayudarme a maniobrar el carro para salir de allí. Me reí a carcajadas por el camino a casa. Había sido una noche demasiado surreal.

En nota aparte, VOY DE CALLE A APOYAR A COTTO EN EL DODGERS STADIUM en Mayo del 2008, con mi bandera boricua por supuesto aunque esté en territorio enemigo. Pero será una crónica para mi nuevo blog.